En un universo virtual donde la diversidad debería florecer sin límites, el grupo de defensa GLAAD saca a relucir una incómoda verdad. A pesar de que un 17% de los gamers se identifica como parte de la comunidad LGBTQ, el mundo de las consolas permanece casi vacío de protagonistas que expresen esta diversidad.
La conexión virtual de una comunidad
El informe de GLAAD, revelado el pasado martes, trae a la luz más que simples estadísticas. Resalta un oasis virtual para muchos jugadores queer, quienes en estados donde la legislación ha golpeado recientemente a la comunidad LGBTQ, encuentran en los videojuegos un espacio de expresión genuina, algo que no se atreven a hacer en el mundo real.

«Esta es una estadística que debería conmover a todos», afirma Blair Durkee, líder de la investigación. Esta emoción se alimenta de los jugadores jóvenes, para quienes los videojuegos son más que un pasatiempo; son un salvavidas esencial.
En el reino de la televisión, GLAAD ha desglosado la representación queer desde 1996, y su informe más reciente muestra que los personajes regulares identificados como LGBTQ en programas del horario prime-time alcanzan un 10.6%.
Una investigación exhaustiva
Bajo la guía de Tristan Marra, GLAAD tocó las puertas de gigantes como Sony y Nintendo, pero sus llamados quedaron sin respuesta. A través de su encuesta, en la que participaron cerca de 1,500 individuos, destaparon una realidad: la inclusión es todavía una lucha en el contexto de los videojuegos disponibles en las librerías digitales de PlayStation, Xbox y Switch.
Raffy Regulus, cofundador de NYC Gaymers, subraya la dificultad de citar personajes LGBTQ en el ámbito. Sin embargo, destaca a Ellie de The Last of Us y Venture de Overwatch 2 como ejemplos recientes de inclusión.
El informe arroja luz sobre una industria cuyos ingresos globales superan los del cine y la música combinados, donde la juventud invierte casi tanto tiempo en juegos como en la televisión. Y crucialmente, destaca que los jugadores queer anhelan verse reflejados en ese universo digital.
«Es hora de superar la idea de que los juegos inclusivos son simplemente categorías de nicho», sentencia Durkee, alzando la voz por un cambio que abrace a los jugadores tal como son.

Avances a paso de tortuga
Los esfuerzos de GLAAD por mejorar la representación queer no han sido en vano, con The Sims 4 y Tell Me Why incluyen a personajes trans jugables. Aún con mejoras, la diversidad es a menudo una carrera lenta y complicada en la industria del gaming.
«La industria del juego debería contratar a más personas gay y proporcionarles las herramientas para reflejar correctamente nuestras experiencias de vida», concluye Regulus.
En la encrucijada de códigos y comunidades, la llamada está hecha. La batalla por la inclusión y visibilidad sigue en pie. El cambio, aunque lento, brilla como los ocasionales colores de un arcoíris que anhela pintar el vasto cielo del gaming. Solo el futuro dirá si la industria del videojuego se inclina más hacia la diversidad y continúa siendo un terreno tibiamente explorado.
